lunes, 26 de noviembre de 2012

La Caida Del Bloque Socialista

La caida del bloque socialista fue un acontecimiento muy importante ya que gracias a ese suceso se dio fin a la muy conocida "Guerra Fria". Algunos de los factores por los que cayo este regimen politico son los siguientes:
Dos términos se volvieron claves en las transformaciones operadas  en el bloque socialista: la perestroika (reforma) y la glasnost  (transparencia informativa, impulsadas en 1985 por Mijaíl Gorbachov, entonces secretario general del Partido Comunista de la URSS, que habría de tener como desenlace el  nacimiento de la Comunidad de Estados Independientes, el 22 de diciembre de 1991, fecha en que la URSS dejó de existir como un ente jurídico internacional. Y  la terminación de setenta años de poder soviético, que atrajo a más de 170 pueblos, sometidos por los órganos represivos del gobierno.
 Un verdadero cambió que afectó  a la antigua potencia socialista, según el cual las contradicciones del  socialismo se resolverían en una transición hacia formas capitalistas.
La democracia socialista debería construir el resorte de las transformaciones económicas, políticas y sociales que requería el desarrollo y perfeccionamiento del socialismo, en el cual los obreros tendrían grandes poderes para intervenir en la gestión de los asuntos del Estado. El partido Comunista empezó a perder fuerza por errores no corregidos por los bolcheviques, así como por los abusos de poder que empezaron a gestarse en el interior del Esado Soviético, con la llegada de Stalin al poder. En principio las ideas socialistas del siglo XIX, respecto a la propiedad común, la gestión democrática y la igualdad.
La propiedad común significaba para los bolcheviques, la propiedad estatal, misma que al desaparecer el Estado se convertía en propiedad pública.
Lo mismo ocurrió con el ideal de gestión democrática, al adoptase el sistema de planificación centralizada limitó significativamente el margen de autogestión de los sindicatos obreros.
Las estructuras económicas y políticas del Estado soviético se fueron prefigurando de tal modo que permitieron definir la naturaleza del socialismo  real.
Las bases del sistema estalinista  ya estaban dadas antes de la Segunda Guerra Mundial. Estas características consistieron en:
1.- El aislamiento y la confrontación con el mundo capitalista que, a su vez condujo a la militarización de la sociedad.
2.- El estatalismo, que por el grado de poder que alcanzó, oprimió a la sociedad, despojándola de la iniciativa y de la creatividad.
3.- La organización cuasi militarizada, justificada a partir de la  consecución de la acumulación primitiva la industrialización acelerada y la colectivización forzosa.
4.- un sistema de partido-Estado monolítico, gerontocrático, burocrático y totalitario, cuya organización jerárquica inhibió toda forma de contrapesos democráticos hacia el interior del mismo y hacia afuera de la sociedad.
En este período, posterior a la Segunda Guerra Mundial, el socialismo también alcanzó ciertos logros internos y externos, como la eliminación de la pobreza de masas, el pleno empleo macroeconómico y el analfabetismo.
En este contexto, el sistema stalinista se volvió  anacrónico e irracional, lo que empezó a
evidenciarse en la década de los cincuenta. Con la muerte de Stalin, en 1953, asciende al
poder Nikita Kruschev, quien hizo algunos intentos por reformar el socialismo real.
En octubre de 1964, Kruschev es derrocado mediante un golpe de  Estado, siendo sustituido por Leonid Brezhnev, un dirigente proveniente  de “la vieja guardia stalinista, en cuyo régimen se dio la invasión de las  tropas del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, para acallar el sueño de  la «primavera de Praga», en 1968, precisamente cuando el orden  existente en el mundo  -en las esferas públicas y privadas- era  severamente cuestionado por la corriente de la contracultura,  simbolizada por el movimiento estudiantil del «mayo francés», que poco después extendería su influencia a México.
Al mismo tiempo, la revolución  cubana y la guerra de Vietnam  mantuvieron abiertas las expectativas en torno a la  viabilidad de la opción  socialista.
Otro importante factor que influyó en  las posteriores transformaciones en la configuración del bloque socialista: la  contundente victoria electoral de Solidaridad, en 1981, que puso fin al   monopolio del Partido Obrero Unificado de Polonia. En la década de los setenta, la URSS amplió su campo de influencia al intensificarse los  movimientos anticolonialistas en el Tercer Mundo. Este hecho, aunado al agotamiento  del ciclo expansivo del capitalismo de la posguerra y a los beneficios derivados del  aumento de los precios del petróleo para la URSS, hicieron pensar que, en efecto, este  país se encaminaba a ocupar el primer sitio como Potencia productiva, asumiendo, al  mismo tiempo, el liderazgo en el campo socialista. En este contexto, la  invasión a  Afganistán, en diciembre de 1979, puede ser vista como el cenit de este aparente  poderío alcanzado en la era de Brezhnev.
Posteriormente, como resultado de los cambios impulsados por Gorbachov, las tropas  soviéticas se retiraron de Afganistán en lo que fue, quizá, la última manifestación del  estado soviético de seguir la política exterior del régimen zarista dentro de la más pura  tradición imperial expansionista.
Así, luego de la muerte de Brezhnev  Mijaíl Gorbachov se instala en el Kremlin -el 11 de marzo de  1985. el desgaste del modelo soviético, resultado del centralismo  burocrático y la ausencia de un Estado federal.
Este último factor, más  político que económico, fue el detonante de los conflictos nacionalistas, interétnicos e  independentistas que emergieron en las repúblicas bálticas, Lituania, Estonia y Letonia. Brotes de violencia surgieron  en Armenia, Azerbaiyán y Georgia. También en Asia Central se escenificaron conflictos sociales, primero en Kazajstán  y luego en Uzbekistán, Kirguizia y Tadjikistán.
Ya en 1987, en el mes de enero, Gorbachov anuncia una  recomposición de la sociedad soviética que consistió en:
1. La reestructuración de la-economía (la Perestroika).
2. La intervención de las sociedades multiétnicas de la URSS en los  asuntos de Estado.
3. Y la democratización del sistema político.
En 1989, Boris Yeltsin, junto con 300 diputados radicales, integraron el Grupo Interregional con el objetivo de frenar a  los comunistas conservadores, manifestando con ello su apoyo a la Perestroika de Gorbachov.
En 1990, Gorbachov introduce el sistema presidencialista, que  excepcionalmente sería elegido por el Congreso de Diputados del  Pueblo. Sólo hasta 1994 la elección sería por voto universal. Fue  así  como Gorbachov resultó electo presidente de la URSS,  renunciando a su puesto en el Soviet Supremo.
Boris Yeltsin  reaparece como Jefe del Soviet Supremo de la República Rusa,  en franco desafío a Gorbachov Cuando en 1991 Yeltsin pide la  renuncia de éste, acusándolo de «dictador», el gabinete de  Gorbachov entra en crisis.
El 19 de agosto se intentó  el golpe de Estado a Gorbachov por parte de los comunistas conservadores. Luego del fracaso de  las negociaciones de Gorbachov para lograr la firma del Nuevo Tratado de la Unión de Novo Ogariovo- creando la  Unión de Repúblicas Eslavas, en Alma Ata, a la que se unirían, en diciembre del mismo año, las otras dos repúblicas  ex soviéticas (Armenia y Moldova), para crear la Comunidad de Estados Independientes (CEI), quedando fuera  Georgia y las tres repúblicas bálticas (Lituania, Letonia y Estonia). A partir de este hecho, Gorbachov renunció a la presidencia el 25 de diciembre de 1991, y Boris Yeltsin quedó en su lugar.  
 Yeltsin nunca recuperaría su  popularidad tras apoyar la "terapia de  choque" económica de  Yegor Gaidar: fin del  control de precios de la era soviética, recortes  drásticos en el gasto público y la apertura al  comercio exterior en  1992. Las reformas económicas consolidaron una oligarquía semicriminal enraizada en el viejo  sistema soviético.
La economía rusa encontró el fin  del calvario con la recuperación a partir de  1999 en parte gracias al alza de los precios  del crudo, su principal exportación aun  quedando lejos los niveles de producción  soviéticos.
Tras la crisis financiera de 1998 Yeltsin se encontraba en el ocaso de su trayectoria.
Sólo unas horas antes del primer día de  2000, dimitió por sorpresa dejando el  gobierno en manos de su primer ministro, Vladímir Putin. En las elecciones presidenciales de Rusia de 2008,         Dmitri Medvédev, ganó por amplio margen a sus opositores en las urnas. Medvédev asumió el cargo en mayo de 2008.
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